CONSPIRACIÓN Divina

Luego de un momento difícil en la vida, la desesperación, tristeza y desilusión nublan nuestra mente. Encontrar claridad emocional es un reto; y entonces, Qué sucede? Si bien es cierto que después de la tempestad viene la calma, cómo encontramos aceptación a las circunstancias que la vida nos presenta? De qué manera logramos esa paz interior para aprender, convertir el dolor en algo positivo y poder servirle al prójimo en su crecimiento? Cómo descubro el propósito de Dios para conmigo? De dónde saco las fuerzas para levantarme, sonreir y no lamentarme?

Cada uno de nosotros, de una manera u otra, hemos vivido esa tormenta perfecta donde nos lamentamos en momentos de desesperación. En ocasiones nos hemos convertido en protagonistas de esa historia triste. Es inevitable llorar, estar triste, en ocasiones reclamarle a Dios, y en muchas otras no comprender el por qué? Todos estamos viviendo la experiencia humana de nuestro espíritu y la tendencia emocional, en muchas ocasiones, nos domina. Sin embargo, con frecuencia hemos llegado a olvidar lo hermoso de cada amanecer.

Solo quiero recordarte que, hay una conspiración divina que constantemente se va ajustando, sucede a tu lado y frente a tus ojos. Hay una razón superior que busca el crecimiento espiritual para cada uno de nosotros. Es el universo quien converge para decidir los retos que viviremos y somos nosotros quienes ejercemos el poder del libre albedrío, reaccionando a las situaciones que se nos presentan. Se hace fácil encontrar una razón para quejarse, convertirse en víctima de las circunstancias y de ahí, se multiplica la amargura con el pasar de los días, meses y años. Si te concentras en vivir dentro de esa tristeza, tu mirada nublada no podrá ver que tus plegarias al cielo fueron contestadas. Sin darte cuenta, te alejarás de la felicidad, y ese desenlace positivo se va escapando de tus manos, porque decidiste ignorar ese nuevo amanecer. Disfruta cada amanecer, pues las noches son inciertas y nuestra presencia física es efímera.

Regala un abrazo de esperanza aunque tu Corazón no deje de sangrar. Trázate como meta cultivar una sonrisa en cada rostro de quien sufre aún más que tú. La vida no se trata de recibir, sino de regalar al prójimo. Es entonces cuando el universo conspira para regalarnos esa tranquilidad divina que tanto deseamos. No hay mejor recompensa que nutre nuestra alma, que regalar felicidad y provocar una sonrisa.

Al final del día y con el pasar de los años, eres tú quien tiene el poder de cultivar un recuerdo bonito; en la memoria de las personas que han sido, son y serán parte de tu jornada en este mundo terrenal. Aprovecha cada día y afecta positivamente tu entorno, acepta los regalos de amor que la vida nos regala y permite que el universo tome las riendas del futuro.

Con Amor, Carol Kohn