GRACIAS
A un año de sobrevivir una pesadilla en vida, por experiencia y luego de muchas horas de meditación, me gustaría compartir una enseñanza aprendida:
Aprendí y pude experimentar que, como bien llega la calma después de la tempestad; de igual manera, el universo conspirará para devolverte la sonrisa que un día dudaste volver a ver frente a tu espejo. Tal cual si fuere una cicatriz, en muchas ocasiones se empañará la mirada al recordar momentos y experiencias de felicidad donde entregaste todo tu amor. Esto, por la intensidad del amor vivido; pero de eso se trata, de vivir, sentir, llorar, reir y entregar todo tu amor a los hijos y seres queridos. Atesorar cada carcajada vivida y mirar las fotos con alegría. Lo vivido no se borra, vivirá siempre contigo.
Al igual que un estudiante, en la vida, mientras más difíciles los retos, más alto es el nivel de entendimiento espiritual. Eventualmente, la conexión contigo mismo y el propósito de la existencia física encontrará sentido y conocerás tu misión de vida. Aprenderás a respirar la esencia de cada momento en tu vida y lo que realmente importa de ella.
Supone que para muchos, aceptar una nueva realidad puede ser difícil. Tras cualquier pérdida o cambio forzoso, por ejemplo: una traición, separación, divorcio, tragedia o pérdida de un ser querido; el amor que se desarrolló para con esa persona, ahora se convierte en el determinante de las emociones y las reacciones. Tienes en tus manos una de las decisiones más importantes de tu vida. Cuanto más grande fué ese amor, más intenso será el cambio en tí. La belleza del libre albedrío se posa frente a tí; y ahora, Qué vas a hacer?
Cuando la vida te enfrente a vivir una situación trágica, donde pienses que no hay salida, te invito a pensar en esta palabra: GRACIAS. Sí, precisamente GRACIAS es la palabra que me gustaría en la que pensaras. Dale GRACIAS a Dios, al Universo, a la Vida… Agradece de antemano la enseñanza que se avecina y que te hará crecer; agradece de antemano que te levantarás, aunque sientes que tu mundo se derrumba y no hay salida; agradece de antemano por las personas que se cruzarán en tu camino, para ayudarte y puedas levantarte; agradece de antemano por la oportunidad de vivir cada experiencia de vida, por las lágrimas de dolor, que te recuerdan que eres humano y la vida es muy frágil.
Cada amanecer es tu oportunidad para convertir una experiencia negativa, en una experiencia positiva. Nunca olvides que cada momento de tristeza, angustia y desconsuelo, trae consigo un tiempo de crecimiento espiritual y lecciones de vida; y como recompensa, tímidamente, la vida devolverá la sonrisa a tu rostro. Entonces será cuando descubres que tu nueva realidad, simplemente transformó la sintonía con la que continúas demostrando tu amor. Hoy, en mi nueva realidad, el amor hacia mi hijo Sebastián se multiplica para con niños y jóvenes que gritan en silencio; para con padres y madres en ayudarles a escuchar sobre los peligros; para romper el silencio y hablar de los mitos que nadie quiere hablar.
Con Amor, Carol Kohn