PROMESA de AMOR

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Es tan solo el comienzo, sin embargo es el primer gran paso. Esta semana marca el comienzo de esa promesa de Amor en Honor a Sebastián. Noches eternas sin poder conciliar el sueño, sustutuidas por largas horas de lectura, aprendizaje y diseño de una nueva realidad. Un proyecto de Amor y Vida para ayudar a Salvar Vidas. Su fecha de nacimiento, el servicio a la comunidad, la educación, el compromiso y el amor lideran la iniciativa. Acompañada de un ejército de voluntarios que también buscan crear un cambio, comenzamos un movimiento determinado a crear conciencia, prevenir y educar a la comunidad. Es imperativo aprender a re-aprender.

Hoy se vive un aire de entusiasmo, al ver cómo la promesa a mi hijo se va concretizando. Hay tristeza porque extraño un mundo a mi primogénito; pero hay consuelo, al saber que pongo en acción, una manera positiva de canalizar el dolor del duelo y seguir presente para mis otros dos hijos, mi esposo, mis padres, hermanas y todas mis amistades.

Fueron horas de angustia, tristeza y el Corazon arrugado por el dolor ante la incertidumbre y en la espera de un milagro que pudiera regresar la conciencia de mi hijo. La empatía de todo el personal médico, el cuadro clínico y la mirada de mi esposo, me preparaban para el peor de los resultados. No podía despegarme del lado de mi Sebastián. Solo busqué un espacio ante la necesidad de arrodillarme ante Dios, rezarle un Padre Nuestro y pedirle que me dijera cual era su plan para conmigo. Nunca le reclamé a Dios por su voluntad, tan sólo le pedí por fuerzas para entender su propósito ante esta terrible situación; y por favor no olvidase que tenía otros dos hijos a mi lado.

Tras todos los esfuerzos humanamente posibles, los doctores lo intentaron todo, más sin embargo, mi Corazón ya sentía como Sebastián comenzaba a mirarme desde lejos. Es cuando entonces, mientras acariciaba su cabello, le cantaba al oido y entrelazaba mis dedos en sus manos, besé a mi hijo y le dije: “Hoy tengo que despedirme, ahora vas con Dios hijo mío. Te prometo que mamá nunca dejará de estar aquí para tí. Dios te Bendiga… Te Amo mi Vida, Te Amo Sebastián”

Si bien fueron esos los momentos más difíciles como madre, también fueron los momentos más reveladores. Es allí cuando ante el dolor, la tranquilidad y claridad de la conciencia, te permiten aceptar la voluntad de Dios. Es ese momento cuando la memoria, te regala el recuerdo de esa sonrisa, ese beso y la mirada de amor, de la última vez que me había despedido de Sebastián, cuando lo llevé a la escuela. Es allí, cuando lo efímero de la vida se despliega ante tus ojos; es ese el momento, cuando vives el valor de recordarle tu amor a los seres queridos diariamente.

A tí, padre o madre que me lees, no importa si estas lejos o cerca, NUNCA olvides expresarle amor a tus hijos y seres queridos. No hay cosa más hermosa que, dormir tranquilo porque SIEMPRE estuviste presente en la vida de tus hijos y seres queridos. El amor que se expresa diariamente, vivirá en el recuerdo eterno.

El Amor no conoce excusas, exprésalo diariamente.

Con Amor, Carol Kohn