Sabor DISTINTO

Notas de Vida…

Hace unos días conversaba con una amiga. Ambas, aunque por circunstancias distintas, llevamos un hueco en el Corazón; y es que estamos pasando por un proceso de duelo. Su caso, hasta cierto punto parte del ciclo de vida; mientras, mi duelo es a consecuencia de una tragedia.

Recuerdo cuando en algún momento, a los pocos días de perder a mi hijo, le compartí una gran preocupación: no saber si algún día volvería a encontrar la esencia de mi sonrisa frente al espejo.  Recuerdo también haberle expresado que sentía como la llama de mi espíritu estaba fundida y no sabía si algún día volvería a ser la misma persona. Estaba consciente de mi nueva realidad ante la tragedia; una realidad de la que nadie nos habló y mucho menos estamos preparados para enfrentarla.

Curiosamente durante una conversación reciente, me relata que asistió a una fiesta de boda con unas amigas y en un momento dado todas salen a bailar. Una vez terminó la pieza de baile, una de sus amigas le pregunta: “Estas bien?” y fue en ese el momento cuando recordó aquella conversación que en algún momento tuvimos. Fue en ese momento, cuando se dió cuenta que, tras la pérdida de su madre, la vida dejó de ser la misma. Fue en aquél momento, que se dió cuenta de que, lo que hubiese sido una pieza de baile de felicidad, entretenimiento y diversión, hoy, ya no sabe igual.

 Las personas que estamos viviendo el duelo de un ser querido, no solo nos estamos adaptando a la aceptación de ese espacio vacío, sino que también, la perspectiva de vida cambia TOTALMENTE. Lo que antes era importante, hoy, ya no lo es. Te das cuenta que, en muchas ocasiones, vivías para trabajar; en cambio hoy, te limitas a trabajar para VIVIR. Salvaguardar tiempo con la Familia es el único objetivo que merece la milla extra de tu esfuerzo.

Vivir una caricia de ese ser querido durante uno de tus sueños, se convierte en esa “Buena Noticia” que te alegra el día. Dedicar tiempo a recordar los buenos momentos, mientras pasas las páginas de algún album de fotos, eso es vivir Amor del Bueno. Permitir al corazón sentir, permitir a tus ojos llorar por Amor y abrazar el dolor fuertemente, es sobrellevar el duelo. Porque de eso se trata el duelo, poder reconocer cuan fuerte es el sentimiento de esa unión con tu ser querido y aceptar que ya no está físicamente a tu lado. La vida no se detiene, debemos continuar con nuestra misión en este mundo terrenal. Poco a poco, vas aceptando que la vida ya no sabe igual y ahora tiene un Sabor DISTINTO.

Reconocer el sentimiento es el primer paso de aceptar esa nueva realidad. Sentir y poder identificar la profundidad del hueco en el pecho, es comenzar a caminar abrazando el dolor de la ausencia. Nunca olvidemos que ellos siempre nos acompañan; tan solo se han mudado de lo terrenal y pasaron a otra dimensión.

Con Amor, Carol Kohn